Nuestra misión es mucho más grande que la acumulación sin fin de una gran cantidad de dinero en una gran cantidad de dinero en una cuenta corriente. La maximización del beneficio no tiene nada que ver con la esencia humana. Estamos aquí para vivir en función del amor, ser buenas personas.
Vamos a crear proyectos en base a nuestros dones y talentos innatos al servicio del bien común. Si los hacemos de esta manera seremos mucho más felices, alienados con nuestra esencia y también llegará a nosotros la herramienta-dinero en grandes cantidades, para satisfacer con abundancia cualquier necesidad que tengamos. No hay nada de lo que preocuparse. Dios ha creado este mundo con abundancia. El problema es que sentimos escasez porque el 0,1% se empeña en poseerlo todo. El 0,1% al servicio del príncipe provisional de este mundo.
Si estás inmerso en una continua obsesión por acumular y acumular dinero, sin ningún objetivo concreto, quizás debes plantearte que lo que te impulsa es el miedo. Los que dominan el sistema tienen una gran maquinaria manipulativa a su servicio para que vivamos en un estado de miedo permanente. Sólo hay que ver un telediario. Es gracias al miedo que somos capaces de tolerar un sistema en total oposición al objetivo y fin último de todo ser humano.
Recuerda una cosa, el dinero puede comprar una cosa, pero no una familia. Puede comprar una cama, pero no un sueño. Puede comprar medicamentos, pero no salud. Y, sobre todo, puede darte entretenimiento, pero jamás podrá satisfacer tu anhelo más importante; “Ser Feliz”.