Montejaque y su Halloween de 1916
JOSÉ CARLOS BALLESTER ORTEGA || Sevilla | EL HACHO 39
LA NOCHE DE LOS FANTASMAS
La fiesta con la que entronca las celebraciones de Halloween actuales, de tradición celta y denominada samhain en su origen, marcaba el fin de la temporada de cosechas en la vieja Irlanda. No faltaban entre sus ceremonias los ritos para ahuyentar los espíritus de los muertos por la creencia de que con la llegada del invierno y sus noches más largas el más allá de ellos y el aquí terrenal de los vivos se acercaban haciendo posible sus aterradoras visitas. Con la llegada del cristianismo, la fiesta en principio pagana se sacraliza. De hecho, Halloween no es sino una contracción de la expresión de All Hallow´s Eve, que traducida al castellano, significa “Víspera de Todos los Santos”. No es de extrañar, pues, que la fiesta cruzase el Atlántico de la mano de los irlandeses—pueblo religioso donde los haya—, a través de los muchos de ellos que emigraron a los Estados Unidos a mediados del siglo XIX buscando una mejor vida (Patrick Kennedy, el bisabuelo del presidente John Fitzgerald Kennedy, fue uno de tantos).
Tras el primer desfile Halloween celebrado en Minnesota en 1921, comenzaría a extenderse y popularizarse por todo el territorio norteamericano la celebración y algo más de medio siglo después, por medio del cine, la fiesta en su versión americana cruza otra vez el Atlántico, esta vez en sentido contrario, como los cantes de ida y vuelta, y son muchas las poblaciones españolas en las que desde entonces se programan cabalgatas pasacalles y bailes de fantasmas, esqueletos, mortajas, zombis, parcas y demás espectros de ultratumba, certámenes de cine o literarios de terror, concursos de disfraces y máscaras de seres maléficos, representaciones fúnebres y todo un largo etcétera de actividades lúdicas y culturales con un trasfondo común: el miedo a la muerte como excusa para el divertimento, la ironía y el humor.
Sin embargo, un lustro antes del desfile de Minnesota de 1921, cuando todavía tendría que pasar más de medio siglo para el estreno de la primera película de la secuela Halloween, Montejaque vivió ya una particular noche de fantasmas protagonizada por diez amigos con ganas de pasarlo de miedo a principios del mes de noviembre de 1916. De este Halloween primigenio y autóctono dio cuenta la noticia publicada hace la friolera de 103 años en la prensa malagueña que a renglón seguido se transcribe:
En Montejaque han sido detenidos los vecinos Manuel García Román, Francisco Torres Sánchez, Cristóbal López Jiménez, José Sánchez Escalante, Rafael Hernández Pino, Cristóbal González Ordóñez, Gabriel Durán García, Francisco Sánchez Vázquez, Francisco García y Manuel Gallego García, quienes haciéndose pasar por fantasmas, atemorizaban a los pacíficos vecinos del pueblo.
El concreto periódico que se hizo eco fue El Popular de 6 de noviembre de 1916.
Una placa o azulejos como recordatorio de este ya centenario suceso que hace el Halloween de Montejaque especial y justificado; panes, dulces o chacinas con formas de fantasmas; carreras de fantasmas; la M de Montejaque con dos fantasmas formada como logotipo, en los pins conmemorativos, en los premios…
En fin que la noticia de 1916 aquí traída, a mi entender, ofrece a Montejaque la oportunidad de convertir su actual Halloween en una fiesta de referencia. Una fiesta de la que los montejaqueños puedan sentirse orgullosos por mirar a su propio pasado y los medios de comunicación interesarse por sus diferencias y raíces.
Desamericanizándola. Montejaqueñizándola.
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