Montejaque y la COVID-19

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Montejaque y la COVID-19

Desde que comenzaron los confinamientos el pasado mes de marzo nos ha tocado vivir en Montejaque situaciones totalmente nuevas que nos han afectado grandemente al discurrir de nuestra vida cotidiana en todos los ámbitos, familiar y personal, social y cultural, laboral y profesional, educativo y de la salud.

Desde que fue decretado el estado de alarma por el gobierno de la nación, como consecuencia de la COVID-19, hasta la desescalada previa al verano hemos sufrido un confinamiento como no habíamos conocido antes, incluso los más mayores no recuerdan algo parecido. Como bien recordáis, se prohibió la movilidad salvo para casos de extrema necesidad y solo manteniendo los servicios básicos de abastecimiento; ello hizo que consiguiéramos hacer decrecer la expansión de los contagios.
Desde el Ayuntamiento de Montejaque se realizaron desinfecciones periódicas de todo el núcleo urbano y de los edificios públicos, continuándose en la actualidad, imponiendo todas las medidas de protección comunicadas desde las autoridades sanitarias. Se hicieron grandes esfuerzos en el mantenimiento de los servicios a mayores y personas vulnerables como el servicio de atención telefónica para atender las demandas de mayores en relación a la compra de alimentación y de productos farmacéuticos y la asistencia telefónica a personas mayores confinadas sin familiares cercanos. Se mantuvo también con fondos propios el servicio de acompañamiento y el servicio de comidas a domicilio para mayores que continuamos en la actualidad.
Con el fin de amortiguar la crisis económica que estaba provocando el confinamiento, el Ayuntamiento aprobó una ayuda inicial a autónomos y comercios afectados de 300 a 600 euros que complementaban a la ya existente para emprendedores. Se suspendieron las tasas de ocupación de espacios públicos a los negocios de hostelería y se eliminaron otras tasas municipales.

Una vez comenzada la apertura progresiva de las restricciones, fuimos recuperando nuestra vida cotidiana durante el verano, siempre bajo las recomendaciones desde las autoridades sanitarias de las administraciones supramunicipales, lo que propició una recuperación de nuestra vida cotidiana y una leve recuperación económica aun sin realizar ninguno de los eventos culturales, deportivos y festejos que venían siendo habituales en los meses estivales. Este verano, aunque no en la cantidad de otras temporadas, hemos acogido visitantes de otras provincias y localidades y en menor medida de extranjeros.

Una vez concluido el verano hemos intentado volver a la normalidad dentro de los marcos de seguridad implantados para que nuestros niños y jóvenes pudieran continuar con su educación en referencia al colegio y a la ludoteca, hasta que una segunda ola ha hecho su aparición con la llegada del otoño y haciéndose más agresiva con la llegada del frío. Al mismo tiempo, desde que se inició la desescalada, Ayuntamiento ha mantenido e incluso incrementado las obras de mejora del municipio y de ejecución con personal de las bolsas de trabajo.
El mes de noviembre nos hemos encontrado inmersos en un confinamiento de movilidad perimetral del municipio al igual que el resto de municipios de nuestra Comunidad Autónoma; medida adoptada por el gobierno regional debido al incremento sustancial de los contagios y que nuestro municipio no ha sido ajeno a los mismos. En un municipio como el nuestro, donde todo el mundo se conoce, muchos son familiares y todos nos vemos habitualmente en un bar, en la tienda o paseando por la calle se hace muy descorazonador cuando nos enteramos de un contagio y especialmente cuando se ensaña con varios miembros de una familia, como se ha sufrido recientemente, provocando daños irreparables.
Tampoco es fácil llevar una vida cotidiana normal en un municipio como Montejaque con las restricciones de movilidad implantadas con el confinamiento perimetral, los habitantes de los pequeños municipios es que no tienen las mismas oportunidades de ocio y de otros servicios que los vecinos de las grandes ciudades, incluso con las restricciones impuestas. Uno de nuestros motores económicos depende del turismo rural y como ya hemos comprobado, si los habitantes de las grandes ciudades no pueden salir de su municipio, las casas de turismo rural de los pequeños pueblos se quedan vacías y los negocios dedicados a la gastronomía y servicios a los visitantes sufren de igual manera. Es por ello que el Ayuntamiento ha aprobado una nueva ayuda a estos colectivos gestionados por pequeños empresarios y autónomos y que se hará efectiva antes de la finalización del año.
Ahora nos encontramos en un momento crucial. Tenemos dos semanas de festividad que, aunque será un tanto diferente, marcará la situación en los próximos meses de 2021 y si no atendemos a las recomendaciones sanitarias, nos podemos ver en una situación similar o peor de la que hemos padecido y continuaremos padeciendo hasta que la esperada vacunación sea un hecho consumado.
Es por esto nuestra insistencia en no bajar la guardia, mantener las medidas de seguridad sanitaria ya adoptadas y seguir las directrices que nos indican las autoridades. Y nunca debemos olvidar que al virus le vencemos juntos. ¡Todo va a salir bien!
Feliz Navidad y próspero año 2021.

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