JUAN DE CASTRO    ||   Montejaque   |   EL HACHO 40

Aunque yo soy más de vino o cerveza que de Cocacola quiero unirme a esta iniciativa de la multinacional norteamericana dedicando este artículo a nuestros ¡Benditos bares!

Aquí, al igual que en toda nuestra España, los bares han sido lugar de reuniones, disputas, debates, arreglos, apaños, juntes y rejuntes.
Desde las medias de fino lavadora de Melchor hasta los ligaitos y botellines de cruzcampo encima de una barra, ha pasado una generación completa de gente del campo, de la construcción o de cualquiera que ha echado una peonada en las aceitunas, la corcha, los zócalos o lo que fuera.
Angarilla, Napoleón, Irene, Manolete, Tropezón, el Inglés, Chicote, Anita el Café, Pepe la Nena, Latero, los Pichones o el Canana forman parte de la historia de Montejaque.
Unos bares cierran, otros abren y algunos se reabren. Jacinto, el Alemán, Mariscal, la Posada y el Adri tocaron el fin de siglo y el Perujo, el Rincón, Armando, Frasquito Pedro, la Bodega del Pueblo, Disco JJ y el Hotel pasaron del siglo XX al XXI.
El Serrano, el Negro, el 31, la Bodeguita, la Reja, el Altillo, Exquisiteces, la Puente, la Cuesta, Campanitas, Jemas y algún otro iniciaron una nueva etapa que la crisis se encargó de reducir; pero la Casita, EntreAscuas, el Coneo y ahora la Melliza reabren para que no se pierdan bares.
“Cada vez que se cierra un bar,
se pierden para siempre 100 canciones.
Se desvanecen mil “te quieros”
y los goles por la escuadra salen lamiendo el palo.
Porque en un bar nos declaramos,
escribimos guiones de cine
y hasta redactamos la Constitución.
Aquí o eres de barra o eres de mesa,
pero todos somos de bares.
Venimos así de fábrica.
Los satélites detectan un bar cada 18 segundos.
Si no encuentras a alguien, está en el bar.
La red social más grande se llama bar.
Porque nos gusta vernos, tocarnos, estar juntos.
Y juntos vamos a echar una mano a nuestros bares.
El lugar donde siempre somos felices.
¡Benditos bares!”
Ven a Montejaque, aquí todavía tenemos lugares que llamamos bares. Para desayunar, comer, tapear y copear. Lugares para discutir y zambrear. ¡Qué lugares! ¡Benditos bares!
AQUÍ NO PLAGIAMOS, SOLO DIVULGAMOS. “BEBE COCA-COLA”.